Misiones: Apoyemos la rebelión encabezada por docentes 

(Piquete docente en Cataratas)

La lucha contra los salarios de hambre liderada por la docencia se ha transformado en una rebelión popular con la adhesión del conjunto de trabajadores estatales, la policía y penitenciarios. Mientras crece el apoyo de la comunidad al reclamo del 100% de aumento salarial y mayor presupuesto para las escuelas y hospitales, los trabajadores molineros y cosecheros de yerba mate (la actividad que más empleo genera, junto a la ganadería y la forestación) amenazan con sumarse a las medidas de fuerza contra las consecuencias catastróficas de la apertura de las importaciones sobre el empleo y los magros salarios.

La lucha impuesta desde abajo por las maestras, profesoras y profesores, con asambleas, paros y manifestaciones casi desde el inicio del ciclo lectivo, se intensificó en las últimas semanas con cortes de rutas, pasando por encima de la burocracia de los gremios que han sido los garantes de los acuerdos salariales de indigencia.

El endurecimiento de las medidas de fuerza a las que se sumaron enfermeras y medicas/os de los Hospitales Públicos, en el transcurso de días terminó extendiéndose a distintas áreas estatales como judiciales, rentas, guarda parques, vialidad, Luz y Fuerza.

A pesar de las cortinas de humo fabricadas semanalmente para tapar la bronca social que empuja conflictos a lo largo y ancho del país, desde que policías y penitenciarios retirados y en actividad ocuparon el comando radioeléctrico de Posadas, la rebelión popular encabezada por la docencia de Misiones ya no se puede invisibilizar.

Frente a la huelga general de estatales las autoridades provinciales encabezadas por el gobernador Passalacqua (aliado de Milei), junto al gobierno nacional, dispusieron el desembarco de las fuerzas federales, con la excusa de imponer el orden ante la protesta policial.

Sin embargo, hora tras hora, las llamas del conflicto social se extienden por toda la provincia, mostrando lo que puede ocurrir en cualquier otra provincia cuando se agota la tolerancia social al empobrecimiento generalizado.  

En las últimas jornadas, el gobierno provincial dio a conocer un acuerdo salarial con dos gremios docentes de la CETRA-CTA y de estatales de ATE y UPCN.

Pero las y los trabajadores en lucha rechazaron y denunciaron el acuerdo como una “falta de respeto”, ya que los salarios promedio de la docencia y salud alcanza a $ 250 mil, con 10 a 20 años de antigüedad, y los aumentos anunciados son del 30% y 16% respectivamente, y para los policías 20%.

Por estas horas los distintos sectores de trabajadores discuten y resuelven la continuidad o levantamiento de las medidas de fuerza, continúan los cortes de ruta y la policía inició el sexto día de acampe al que se sumó el Grupo de Intervención Rápida (GIR).

La situación de deterioro insoportable de las condiciones de vida, es el caldo de cultivo para que la lucha encabezada por la docencia de Misiones se contagie a todo el país. Con salarios y jubilaciones que no alcanzan a cubrir ni la mitad del costo de la canasta básica superior a los $800 mil, la lucha de Misiones marca el camino para enfrentar la política de Milei y los gobiernos provinciales hasta que caiga el plan de ajuste.

No de casualidad los sindicatos docentes de la CGT y la CETRA tienen que llamar a un nuevo paro nacional para el jueves 23/5 contra los recortes a la educación, pero sin poner en el centro el apoyo para el triunfo de las y los trabajadores de Misiones.

Lo que se necesita es un paro provincial por tiempo indeterminado de la CGT y las CTA.

El paro nacional de la docencia del jueves 23 tiene que ser el inicio de un plan de lucha progresivo por el triunfo de Misiones y todas las demandas pendientes en defensa de la educación pública.

22/05/24